Columnistas

La nueva imagen de LinkedIn carece de algo esencial: humor

Por: Emma Jacobs | Publicado: Lunes 1 de julio de 2024 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Emma Jacobs

En los viejos tiempos, digamos hace unos cinco años, LinkedIn era una propuesta bastante sencilla: buscadores de empleo, contratistas y empresarios se reunían con reclutadores, empleadores e inversionistas.

Después, durante la pandemia, las cosas se pusieron peculiares. Al difuminarse la división entre hogar y trabajo, LinkedIn pasó de ser estrictamente empresarial a personal.

Los usuarios de LinkedIn ya no solo se jactaban de sus logros profesionales, sino que también compartían sus momentos más bajos y sus debilidades humanas. Es un cambio que Shani Orgad, profesora de medios y comunicaciones de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, denomina el “giro de la vulnerabilidad”. Un tema común es la “ruptura emocional”, dice, cuando un profesional llega a un punto de quiebre, que “a menudo incluye imágenes del autor llorando, reforzadas por textos que alientan a los lectores a ‘escucharse a sí mismos’ y permitirse ser vulnerables, o fotografías (a menudo selfies) del autor en un hospital, vestido con bata y conectado a equipo médico”.

“Si la red social profesional es ahora un lugar para publicaciones personales, ¿por qué no es más divertida?”

En ocasiones, esto puede resultar contraproducente, como le ocurrió al director ejecutivo que publicó una selfie con lágrimas en los ojos después de hacer despidos, con el texto: “Esto será lo más vulnerable que compartiré jamás”. Fue criticado por narcisista.

La tendencia refleja un mundo empresarial que anima a las personas a hablar sobre sus dificultades y sus vidas, incluyendo la salud física y mental, la sexualidad o la familia, en un intento por ser auténticos, como parte de una cultura más amplia de compartir debilidades personales o, como algunos dirían, compartir demasiado. Por supuesto, al tratarse de LinkedIn, estas comunicaciones suelen ser variantes de historias sobre triunfar ante la adversidad o de invertir demasiado de uno mismo en el trabajo.

La mezcla personal-profesional ha creado un “capítulo extraño” en la vida de LinkedIn, dice el comediante Michael Spicer, conocido por sus videos Room Next Door, en los que finge dar consejos a un político y se burla de lo peor de LinkedIn. “Las personas centradas en los negocios utilizan sus vidas para seguir hablando de trabajos y de formación de equipos. Publican sobre casarse, pero lo enmarcan en ‘lo que ser marido me ha enseñado sobre montar negocio’”.

Sin embargo, el cambio de imagen de LinkedIn carece de un elemento esencial: el humor. Esto no quiere decir que la plataforma no sea divertida. Su comedia accidental ha sido una rica fuente de humor, especialmente para State of LinkedIn de Twitter y Lunáticos of LinkedIn de Reddit, que contiene el post de una mujer sentada en el inodoro con su portátil sobre las rodillas, porque cuando comienzas un negocio tienes que “seguir empujando”.

El poco humor intencionado que existe en LinkedIn tiende a parodiar a la plataforma. El comediante Ken Cheng -que escribe publicaciones como “nunca falles, si crees que estás a punto de fracasar, simplemente no lo hagas”- dice que la gente lo ve como “un escape ante la naturaleza tan corporativa y engreída de LinkedIn”. El especialista en marketing británico Tom Boston es otra excepción, ya que realiza breves sketches en videos sobre su profesión, las ventas, lo que ha elevado su perfil y le ha ganado una promoción.

La falta general de alegría refleja la delicada naturaleza del humor en el trabajo. Aparte del riesgo de que una broma no termine en una carcajada, sino en una reunión con Recursos Humanos, está el equilibrio entre avanzar en una carrera y sonar como David Brent, el personaje de The Office (“soy un amigo primero y después un jefe; probablemente, soy un artista en tercer lugar”). Es particularmente complicado ser gracioso y, a la vez, llamar la atención de un posible empleador.

Quizás también muestra la falta de seriedad de muchos trabajos administrativos. Si tienes algo de ingenio, probablemente sabes que tu trabajo a veces puede tener matices tontos, parafraseando libremente al difunto sociólogo David Graeber. Pero LinkedIn depende de que actuemos de otra manera. “Los que están obsesionados con el dinero, el poder y el estatus no tienen sentido del humor”, dice sin rodeos Spicer. “Por eso son involuntariamente graciosos”.

El humor, sin embargo, es uno de los pocos rasgos que diferencian a los humanos de las computadoras, algo que seguramente será más importante en el futuro. Las herramientas de inteligencia artificial (IA) ya hacen un buen trabajo generando contenido para LinkedIn.

Para probarlo, le pedí a una aplicación de IA que creara una publicación sobre el humor en LinkedIn. “Si bien la risa tiene su lugar”, escribió, “es valioso mantener una presencia pulida y enfocada en esta plataforma centrada en los negocios. ¡Mantengamos el #profesionalismo en alto y los #chistes para otra plataforma! #LinkedInInsights”.

En una guerra contra las máquinas la mejor defensa puede ser el #humor.

Lo más leído